De traje corto y con mi sombrero cordobés me fuí pa' la bicicrítica de abril, mi arma. Buscando la Cartuja y alguien que me invitara a un fino, cabalgué a lomos de mi corcel sin calesita ni ná. Al final llegamos con la romería desde la Cibeles hasta el Barrio del Pilar, a la Piluka, dónde no había ni casetas, ni buñuelos, ni tablaos flamencos para esharnos unos bailes pero encontramos cervecita fresca para agarrarnos una buena papa..
porque no hubo pescaíto frito,
la bici me sacó una almorrana,
pero se fué con gracia sevillana.