16 de febrero de 2008

Peripecias culinarias



Ahi va una foto de las albóndigas que me marqué el otro día. Estaban francamente ricas y es que el que no sepa cocinar es porque no tiene el libro de Simone entre sus manos. Desde luego mis prácticas como cocinero están mejorando mis habilidades pero sobretodo mi confianza, y es que convertir una masa de carne cruda en unas deliciosas almóndigas caseritas con su zanahoria durita, sus champis y su cebollita casi imperceptible no tiene precio. ¿A qué tienen buena pinta?

9 de febrero de 2008

Alopecia bucal

Que profundos y terribles son los desafueros humanos, que solo me siento, que solo me he sentido siempre. La oscuridad es buena compañía solo de vez en cuando. Sin amigos. Sin amor. Sin dolor. Vacío. Me siento vacío, la vida no me llena en estos días apocalípticos. Me engaño a mí mismo. Todo funciona, Jero, todo está funcionando bien. ¿Por qué? No hay necesidad. Conviene hablar con uno mismo más a menudo. Parques, botellas y petas. Dura compañía que no lo es tanto. No soy capaz de odiar, pero a veces pienso que debería. Mi vida está controlada por mí mismo. Soy cómo una presa de emociones que se retiene a sí misma. No lo puedo entender. Debo ser más espontáneo. Más sincero contigo mismo. Cretino. Mancha incólume. Alopecia bucal. Pérdida del sentido de la sensibilidad. Insensible e impasible. Surgido de lo más profundo del obscuro abismo de mi conciencia. Dadá no Papá. Escritos surgidos como un desahogo. Me ahogo. No puedo gritar. Es el infierno. ¡La pena eterna! ¡Mirad cómo asciende el fuego! Hoy mi cabeza no quiso sentirse bien. No sé si tiene sentido continuar teniendo esta vida que no me gusta. No me gusto. Soy feo. Pero es aún peor que soy un inconstante, infinitamente constante en mi inconstancia. Un hombre que no se cree a sí mismo difícilmente puede creer a los demás. Ese es mi problema. No existo. Y el concepto de mí que existía en las mentes de las gentes que para mí eran importantes se desvanece. No puedo hacer nada. Estoy atrapado. Atrapado en mí mismo. Egocentrismo teledirigido hacia tu ser. Ecléctico. Eléctrico.

6 de febrero de 2008

Cactus de la semana: Haworthia fasciata

Inspirado en el gran Pharyngula y su Friday Cephalopod he decidido hacer pública mi apreciada colección permanente de plantas suculentas y cactáceas. De momento tengo pocas (unas 10 o así) pero tengo serias intenciones de llenar el balcón de mi cuarto y por qué no, todos los demás. Aprovecho además para recordar/anunciar que se admiten donaciones, regalos y demás ofrendas suculentas.

La parte más díficil es identificarlas, porque en las tiendas de todo-a-cién dónde normalmente las compro no suelen mostrar mucho interés por la taxonomía. Pero con el Interné y mi flamante guía de cactos espero poder ponerles un buen nombre a todas.

Tras alguna pesquisa he averiguado que la de la imagen es, si no me equivoco, una Haworthia fasciata. Me la regaló Laura hace ya algún tiempo que ha pasado, la pobre, en la diminuta maceta en la que venía. Por suerte hace unas semanas la he trasplantado a un sitio más digno y aunque de momento es muy pequeña, ya ha empezado a echar un brote en la parte de abajo.