26 de diciembre de 2007

Noche del infierno


He ingerido un enorme trago de veneno. -¡Sea tres veces bendito el consejo que llegó hasta mí! -Se me abrasan las entrañas. La violencia del veneno me retuerce los miembros, me deforma, me derriba. Muero de sed, me ahogo, no pudeo gritar. Es el infierno, ¡La pena eterna! ¡Mirad cómo asciende el fuego! Ardo como es debido. ¡Vaya, demonio! [...]


Arthur Rimbaud, "Une saison en enfer" 1873

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